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sábado, 25 de mayo de 2013

VIVIR ENAMORADO.

Y así se van sucediendo los hechos, así se va acabando el verano. Así va María día tras día, intentando conquistar a su NIÑO.
Diariamente se veían, no es que se citaran, no es que quedaran a una hora pactada. Simplemente se encontraban, o más bien los unía el destino. María estaba algo confusa, tanteaba el tema. Ella siempre fué desconfiada, recelosa,; sobre todo en lo que se refería a algo que la pudiera pertenecer.
María era una niña bastante dura; debido a su tormentosa infancia, ella era un tanto complicada. Incluso orgullosa, de un carácter controvertido. Pero eso no importaba a VENTURA. Creo que él estaba en ese momento enamorado del físico de la niña, indudablemente no la conocía personalmente. María dejó de ser una niña, para convertirse en una adolescente con sus quebraderos de cabeza. En su casa la situación más o menos continuaba igual. Ella hacía esfuerzos para vivir una vida lo más placentera posible.
María empezó a tener fama entre otros chicos. Chicos que en épocas anteriores no se fijaban en ella. Pero ahora estaba de muy buen ver. Parecía un trofeo, casi todos los niños guapos; tanto de la PLAZOLETA como de la PLAZA DEL SOL, se la rifaban. Ella no llegaba a comprenderlo, pero todavía se sentía más orgullosa si cabe. María pensaba que había llegado su hora, que todo lo que en un pasado la atormentó ahora podía cambiar.
Y se tomó su venganza personal, nunca se lo dijo a nadie. Era bastante calculadora. No tenía ni un pelo de tonta. Entonces su actitutd se hizo firme, ella tenía el PODER. Lo iba a aprovechar. Se aferró a su guapura, a su dulzura. Sacó el provecho oportuno, intentando no hacer daño a nadie. Porque María era muy honrada, amiga de sus amigos, responsable y SERÍA. Eso decía la gente que era muy SERÍA. Ella se sentía orgullosa, creía que estaba en lo cierto, que su forma de ser era la ideal. Yo creo que son fábulas de la adolescencía, que con el tiempo uno va definiendo su persona. Y claro constantamente, debido a los cambios propios de la etapa, uno va perfilando su carácter. Pero cuando eres joven no lo sabes ver. Maria se convirtió en una chica de díficil acceso. Con esa actitud incluso tenía más éxito. Entonces ella tenía la sartén por el mango, y decidiría con quién se quería quedar. Decidiría a quién iba a alegir. Mientras flirteaba con unos y otros tontamente. A VENTURA se le hacía más díficil la conquista. Él ya no estaba entre los primeros, él empezó a formar parte de la reserva. Nunca perdió puntos, ya que MARÍA sólo pensaba en él. Pero ella tuvo la oportunidad de experimentar con otros chicos, de esa forma ella conseguía tener a VENTURA al acecho, él no se acercaba demasíado. Pero no perdía de vista los movimientos de la niña. Ahora María se sentía importante. Creía tener el mundo bajo montera.
Y salió en pandilla, salío con otras personas, probó el dulce sabor de la miel. Pero nunca sintío lo que sintió el primer día que salió a dar una vuelta en moto con su CHICO.
Un día cuenta MARÍA, que de regreso a su casa, se tropezó con VENTURA. ÉL la invitó a tomar algo en un frankfourt situado en la calle MOZART.
Ella consintió, y no es que hablaran demasiado, pero no podían dejar de mirarse. Se sonreían, se enamoraban, no podían evitar dejar fluir sus sentimientos. Y cuando salieron del local, Ventura la quiso acompañar hasta casa. Ella accedió, una vez en su portal; que no estaba nada lejano. Él la quiso besar, ella se apartó. Ventura le pidió perdon, le dijo que quizás no era momento. Se disculpó diciendo que no debía ir tan deprisa. Le dijo a MARIA que iba a esperar, hasta que ella quisiera darle un beso. Ella se sonrojó, no supo qué decir, no supo cómo actúar. Simplemente se cayó. Y fueron pasando los días, él la buscaba continuamente, ella se dejaba encontrar. Aunque cada uno hiciera su vida por separado, a la hora de volver a casa él era el que la acompañaba hasta su casa. Se despedía de ella por la noche, como si fuera su guardían. Y casualmente por la mañana María a la primera persona que veía en la calle era a Ventura.
Poco a poco la cosa iba cuajando, él supo cómo llegar a la niña, él supo enamorarla del todo, ÉL SUPO.
De vez en cuando salían a dar un paseo en moto, a veces solos; en ocasiones acompañados. María veía que alguna chicas de su edad hacían cosas, que ella no hacía. Acudían a alguna fiesta, María veía cosas que no le gustaban. Como mucho jugaba a algun juego algo subidíto de tono. Pero simplemente era un juego. Besitos y caricias.
Y hacía finales de verano, una noche en el portal de MARÍA; VENTURA le dice:
Ya no hace falta que TE PIDA PARA SALIR NO?
Si MARÍA confirmaba esta frase, significaba que iban a ser novios oficiales.
María no pudo pensar, no tardó ni un segundo en contestar. Movió sútilmente su cabeza, ladeo un poco su cara. Y  obsequió a VENTURA con un beso en la cara.
MARÍA Y VENTURA YA ERAN NOVIOS.

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