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sábado, 11 de mayo de 2013

MI HERMANO P Y MI INFANCIA.

Sobre lo que viví en mi pueblo natal, no recuerdo nada más en lo que respecta a mi hermano P.
Ya empiezo a recordar la etapa en que viajámos a BARCELONA.
Y mi hermano llega muy chiquito, creo que debería tener más o menos 1 año.
Y ahí empieza nuestra andadura en la ciudad. Y bueno yo empiezo a ir al cole. Y sé que mi hermano se queda en casa, con mi MADRE. Y yo empiezo a aprender lo que es ser una niña. Y me encanta, y cuando regreso a casa, me encuentro una casa feliz, rebosante siempre de gente. Y recuerdo a mi hermano, pequeño en su cuna de barrotes de acero inoxidable. Y le recuerdo rubito, y muy guapo, y con sus ojitos rasgados azules. Pero sinceramente no sé si le recuedo así en mi pueblo o en BARCELONA.
Y lo que tengo muy presente, es que todos estábamos volcados ante este nuevo ser. Y lo que me duele es no haber tenido la oportunidad de brindarle similar cariño a mi hermana desaparecida.
Y mi hermano P sigue su crecimiento. Y recuerdo que padecía muchas conjuntívitis, y acudíamos con asidiudad al médico. Y era muy nervioso, y tenía ataques de acetona. Y me acuerdo de que vomitaba con frecuencia. Y recuerdo llevarle al médico continuamente, y recuerdo a mi madre, pendiente. Y explicándome que el niño era delicado. Incluso recuerdo un día que fuímos al médico, y mi madre le comentó si debía darle algo para los nervios. Y el médico le dijo, que si el niño era así de vital; que lo dejara, que estaba bien de salud, y que ya se le pasaría. Pero yo, no llegaba a comprender porqué yo estaba bien y mi hermano pequeño era un constante ir y venir al médico. Por eso me pregunto si realmente mi hermana falleció, porque presuntamente era la fuerte, la sana. Y sin embargo mi hermano era el débil. Y sin embargo mi hermano superó todas las adversidades. CREO QUE MI HERMANA TAMBIÉN, en algún lugar emprendió su camino, sólo deseo que si es así sea FELIZ. Y de no ser así, también deseo que sea FELIZ esté donde esté.
En fin que yo ya no llego a alcanzar recordar aquella dramática situación. A partir de entonces yo tengo un hermano pequeño. Al que sin duda cuidaré durante toda mi infancia. Con el que compartiré todos los juegos posibles. Y por el cual me tuve que enfrentar en alguna ocasión con otras personas, para salir en su defensa.
Y he de apresurarme, porque en mi casa todos mis hermanos mayores trabajan, y yo soy la qe más tiempo está en casa con mi hermano P y con mi MADRE. Lo cual exige más dedicación por mi parte. Dedicación que intento sea lo más afortunada posible, pero indudablemente seguro no llego a cumplir; por mi corta edad.
Por tantos motivos, que no alcanzo a comprender, sé que mi etapa infantil con respecto a mi hermano, fué de grandes luchas y de grandes recompesas.
Y comparto con mi hermano P, todo lo que puedo y más. Y él crece, y siempre está tan guapo. Y empieza a ir al cole, y yo me hago su hermana mayor; en todos los sentidos. Y tenemos una gran ventaja, mi hermano A.
Y tengo grandes recuerdos sobre mis juegos con mis hermanos. Y me encantaba ser la del medio. Por ese motivo creo que nunca fuí muy femenina, que lo intenté seguro. Pero es que jugaba con mis dos hermanos.
Y jugaba a soldaditos, a batallitas, a coches, a carreras, a canicas. A juegos de cartas, recuerdo cómo nos fabricábamos pistolas con pinzas, murallas con cajas de huevos, herramientas para soplar balines con periódicos. Y eran juegos de NIÑOS. Y recuerdo que a veces quería introducir algún juego más femenino, y me costaba mucho. Lo que alcanzé a conseguir es jugar a las tiendas, a vender, a comprar; pero acabábamos vendiendo en vez de azúcar, soldaditos o cualquier otra cosa similar. Y yo no podía desarrollar mi parte femenina, pero me lo pasaba en grande con ellos. Teníamos grandes peleas por este tema.
Y claro cuando se enfadaban, se aliaban los dos contra mí. Así que yo tomaba la mejor decisión, unirme a ellos, para no quedarme fuera de juego.
Mis juegos de niña les parecían aburridos, así que nada me tuve que adaptar a su rol masculino.
Y mientras nos hacíamos grandes, los juegos cambiaban sus bases, e incluso llegamos a tener los JUEGOS REUNIDOS GEIPER, que me parece nos trajeron los REYES MAGOS.
Y recuerdo que mis hermanos mayores nos guardaban con tutela, cuando estaba con nosotros. Nos llevaban a todos los sitios posibles. Por eso recuerdo mi infancia rodeada de mis hermanos con toda la felicidad del mundo.
También recuerdo tener esa complicidad existente entre hermanos, tapar a mi hermano P, para que mis padres no le regañaran, encubriendo al más pequeño, y a la vez siendo cubierta por el más mayor.
Una INFANCIA de lo más maravillosa.
GRACIAS HERMANO PEDRO.

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